Estaban en un desierto sin nada que comer un estadounidense, un francés y un mexicano. Como ya llevaban 3 días sin comer y gritaban de hambre, el americano dijo: Como los americanos somos valerosos y buenos, yo me voy a sacrificar para que ustedes coman. Y entonces sacó una daga y con ella se corto una pierna, entonces así pudieron comer.
A los 3 días después volvieron a tener hambre así que el francés dijo: Como los franceses somos valientes, yo me sacrificaré para que comamos, entonces tomo el cuchillo y se mocho una nalga. Entonces el americano dijo: Um que rico, vamos a comer aguallón y total, se lo comieron.
Volvieron a pasar 4 días más y volvieron a tener hambre así que el americano y el francés le dijeron al mexicano que ellos ya se habían sacrificado, uno con una pierna, y otro con una nalga, así que ahora él era el que se tenía que sacrificar. Sin más remedio el mexicano se saco ya saben que e inmediatamente el francés le dijo: Um que rico, vamos a comer chorisito, y el mexicano le contestó: ni que estés tan bueno cabrón, aquí se conforman con pura lechita caliente y a dormir.
A los 3 días después volvieron a tener hambre así que el francés dijo: Como los franceses somos valientes, yo me sacrificaré para que comamos, entonces tomo el cuchillo y se mocho una nalga. Entonces el americano dijo: Um que rico, vamos a comer aguallón y total, se lo comieron.
Volvieron a pasar 4 días más y volvieron a tener hambre así que el americano y el francés le dijeron al mexicano que ellos ya se habían sacrificado, uno con una pierna, y otro con una nalga, así que ahora él era el que se tenía que sacrificar. Sin más remedio el mexicano se saco ya saben que e inmediatamente el francés le dijo: Um que rico, vamos a comer chorisito, y el mexicano le contestó: ni que estés tan bueno cabrón, aquí se conforman con pura lechita caliente y a dormir.
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