12 enero, 2012

Sexo y Castigo

Un hombre murió y fue enviado al infierno. Allí encontró al diablo, quien le dijo que acababan de introducir algunas mejoras y que ahora cada nuevo inquilino podía elegir entre tres tipos de tortura. El demonio le explicó que estas torturas corrían en ciclos de mil años y que podía elegir en cuál ciclo empezar.

El tipo fue conducido por el diablo a la primera sala de torturas donde un hombre estaba siendo azotado con cadenas.

"Paso al siguiente", dijo el fulano.

En la siguiente sala, un hombre estaba colgado de los brazos y lo estaban azotando con un látigo con puntas de hierro. El tipo sacudió la cabeza en señal de disgusto.

Finalmente, pasaron a la última sala, donde otro hombre estaba atado a la pared, totalmente desnudo. Una mujer escultural le estaba practicando sexo oral. El tipo indica:

"Sí, sí, aquí es donde quiero empezar".

El diablo le preguntó:

"¿Estás seguro? Te recuerdo que esto va a durar mil años".

"Sí, estoy seguro. Éste es el lugar".

"Bueno", acepta el demonio encogiéndose de hombros.

El diablo caminó hasta donde estaba la hermosa rubia, le tocó el hombro y le dijo:

"Ya llegó tu reemplazo".

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